El OIJ decomisa 54 animales silvestres en 2 meses, incluidos dragones barbudos. Dos dragones barbudos, una tortuga, un mono tití y hasta jilgueros han sido arrebatados al crimen organizado en los últimos dos meses.
La nueva Sección Especializada contra Delitos Medioambientales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) decomisó 54 animales silvestres -incluidos los antes enlistados- desde que inició operaciones el 1° de abril pasado. A ellos se suman tres perros víctimas de maltrato.
Todos han sido colocados en entidades como el Wildlife Rescue Center (antes llamado ZooAve); explicó el investigador de ese despacho, Joshua Ramírez. Ahí, primero se les practican revisiones veterinarias. Luego se valora la posibilidad de liberarlos de vuelta en sus ambientes.
“Hay unos que ya por el contacto con el humano… por ejemplo, un mono tití que se decomisó días atrás. Él, desde que nació estuvo en contacto con seres humanos y en estrecha relación. Por ende, tal vez, el proceso de posible adaptación podría ser casi que nulo. Pero este tipo de animal es importante porque era un mono tití que podría estar en una lista de especies con cantidades reducidas. Él, a lo que nos va a venir a ayudar, es a una reproducción de su especie por medio de procesos que ya tienen establecidos estos centros de rescate”, comentó el vocero.
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Senasa
En ese proceso, a los animales se les da seguimiento junto al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) y el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa).
“La tenencia de aves es muy normal en la zona rural y también en la urbana. Por ejemplo, el jilguero es una de las especies que más se tienen, porque gusta su canto. Por eso es una de las especies con un alto grado de riesgo de desaparecer. Pero la tenencia de estas especies silvestres es una contravención, a las que de igual manera se les da acompañamiento para lograr esas buenas acciones y buenos resultados en cuanto al decomiso de esas especies”, agregó el agente.
Esta sección tiene entre sus principales objetivos la persecución de la exportación, importación y comercialización de especies silvestres. Como muestra la presencia de este fenómeno en el país, Ramírez detalló que entre los animales incautados están los dragones barbudos; que son comunes en desiertos y sabanas de Australia. Además, hizo referencia a una tortuga endémica, de la que no precisó su especie.
Asimismo, el despacho investiga delitos asociados a la minería, así como los indicados en la Ley Forestal y la Ley de Bienestar de los Animales. En total, se indagan 150 ilícitos repartidos en 14 normativas, con penas que van desde los 2 hasta los 20 años de prisión.
“Los delitos relacionados a medio ambiente, a nivel internacional, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU); está categorizada como el tercer delito con mayor perjuicio económico o que genera mayores ganancias. Primero está el tráfico de drogas, seguido del tráfico, comercio y falsificación de productos”, apuntó Ramírez.
En dos meses la oficina recibió 68 denuncias, 15 relacionadas a maltrato de animales domesticados. En ese tiempo se efectuaron 25 operativos, entre ellos -uno por tenencia de piezas arqueológicas-; labores de inteligencia y recolección de información. Actualmente, la unidad cuenta con un jefe, un subjefe y 14 investigadores.
Con información de Cr Hoy
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