El nuevo informe: “Los pueblos indígenas y tribales y la gobernanza de los bosques” de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), reconoce el aporte que brinda del Programa de Pago por Servicios Ambientales a los pueblos indígenas en Costa Rica.
En Costa Rica el Programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA) promueve un reconocimiento financiero que otorga el Estado, a través del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO), por los servicios ambientales generados en las actividades de conservación y manejo de bosque, reforestación, regeneración natural y sistemas agroforestales. En este sentido, se destaca que el PSA ha logrado beneficiar la conservación de los bosques en territorios indígenas.
Según la nueva publicación de la FAO, las políticas de manejo forestal comunitario y los pagos por servicios ambientales benefician a los territorios indígenas y/o tribales de forma preferencial y, en algunos casos, eso podría ayudar a explicar el mejor estado de sus bosques. Además resalta que los programas nacionales deben respetar las formas de organización de los pueblos indígenas, su conocimiento ancestral y la gestión de los recursos.
“Mejorar la seguridad de tenencia de los territorios indígenas y tribales es una de las opciones más económicas para reducir las emisiones de carbono. Es necesario que los pueblos indígenas tengan un reconocimiento legal de sus territorios”, dijo el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué.
En el país la Ley Forestal reconoce cuatro servicios ambientales que proveen los bosques y las plantaciones forestales tales como: la mitigación de los gases de efecto invernadero (fijación, reducción y almacenamiento de CO2), la protección del recurso hídrico, la protección de la biodiversidad y de la belleza escénica.
El análisis considera el trabajo de los principales programas de pagos por servicios ambientales que compensan a las comunidades indígenas y tribales por sus servicios. Asimismo, señala los ejemplos positivos de Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México y Perú en donde se compensa a las comunidades indígenas por realizar actividades silvícolas sostenibles y de reforestación productiva.
El pago promedio por hectárea por año puede variar de forma marcada entre los diferentes programas de la región. En el caso de Perú, se paga apenas 3 dólares por hectárea; en Costa Rica el pago es alrededor de sesenta dólares; y en Guatemala la compensación es más de cien dólares.
Este estudio hace un llamado urgente a los gobiernos para que continúen apoyando con inversión pública a los programas de pago por servicios ambientales, pues a pesar de la eficacia comprobada de estos instrumentos y las amenazas crecientes para los bosques de los territorios, la tendencia regional parece apuntar a reducir el financiamiento para estos programas.
Fuente; elmundo.cr