Haber estado contagiado de Covid-19 y haber requerido de una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por un tiempo prolongado, deja secuelas tanto físicas como mentales entre el 30% y 50% de las personas recuperadas.
Entre esas se encuentran las consecuencias respiratorias y las neuromusculares; las cognitivas como pérdida de memoria o falta de atención; y en temas de salud mental, como depresión, ansiedad, estrés, y estrés postraumático.
Estos datos se analizaron durante el foro virtual “Estrés asociado a Covid-19”, donde Gabriela Vindas, de la Escuela de Psicología de la Universidad Nacional, aportó respuestas desde la voz de personas que requirieron de una unidad de cuidados intensivos, debido a una complicación provocada por el virus.
La psicóloga afirmó que las secuelas emocionales y sociales hacen que estas personas ameriten tratamientos psicológicos y estrategias institucionales con mayor presencia de especialistas en salud mental en los centros hospitalarios.
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“Es preciso empezar a pensar en equipos multidisciplinarios al interior de las UCIs, para adelantarnos a las consecuencias que va a tener la pandemia, a mediano y largo plazo en temas de salud mental”, subrayó Vindas.
Fuente: larepublica.net
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