A pesar de la crisis económica que atraviesa el país, se estima que en últimos 12 meses un 35,4% de los hogares posee al menos un miembro con intenciones de crear un negocio propio o desarrollar alguna actividad comercial, es decir, establecer un emprendimiento.
No obstante, entre los hogares donde algún miembro tiene intención de emprender, la razón principal por la que no han iniciado es la falta de recursos (62,0%). Así lo determinó la Encuesta Actualidades 2019 de la Universidad de Costa Rica (UCR), publicada a finales de diciembre anterior.
Según los investigadores, es el comercio (39,2%) y los servicios (37,2%) donde los costarricenses más buscan emprender.
Dentro de este mismo grupo con intención de crear su propia fuente de ingreso, el 13,9% ha solicitado apoyo a instituciones gubernamentales y, entre los hogares que lo han hecho, 27% lo recibió y 54,9% no.
Para Luis Álvarez, director del Centro Latinoamericano de Innovación y Emprendimiento (Celiem), emprender es una de las alternativas más importantes para generar condiciones de empleo para la población. El desempleo en Costa Rica superó el 11% al cerrar el 2019.
«La decisión de emprender no es sencilla, tiene que estar basada no solamente en lo que uno quisiera poner en el mercado, si no identificando realmente las necesidades del sector en el que se quiere emprender. Que realmente tenga oportunidad de crecimiento», explicó.
Aunque la situación económica del país generó gran incertidumbre entre la población, Álvarez aseguró que emprender es «buena idea», cuando el producto o el servicio ofrecido al mercado sea innovador y con valor agregado.
Desinformación sobre asesoría
El 38,0% de las personas encuestadas no conoce sobre las políticas públicas que fomentan el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en el país; el 33,6% dijo que conoce poco, 15,7% respondió que algo y únicamente un 5,6% aseguró que conoce mucho.
Según los investigadores, «es de interés observar que tanto en los hogares con intención de emprender como en los que no, las cifras son bastante parecidas».
«Esto significa que en los hogares que desean establecer emprendimientos no existe un interés genuino por enterarse de las políticas relacionadas o que la comunicación ejercida por las autoridades competentes, sobre las diferentes estrategias, no está siendo efectiva», dice el estudio.
«Más que conozcan una política pública en sí, que es fundamental para poder generar un mejor ecosistema, lo importante es que quien vaya a emprender pueda buscar una asesoría de un ente o institución especializada que le pueda orientar», explicó Álvarez.
Dado esto, no es de extrañar que el esfuerzo del gobierno por apoyar a las pymes en el país sea calificado como malo o muy malo (41,5%) y son menos quienes lo valoran como
bueno o muy bueno (25,3%).
Sobre esto, el director de Celiem aseguró que la actual administración retomó la agenda sobre el fomento de las pymes que la anterior administración, la de Luis Guillermo Solís, dejó relegada.
«Pero no todo está resuelto, hay mucho por hacer y hay cosas en las que me encantaría que se camine más rápido, como en el establecimiento de los Centros de Desarrollo Empresarial», añadió.