«Este niño corre hacia mí, da dos pasos, tres veces, pasa a mi lado y lo mete en el contenedor de arriba».
Phil Babb tiene una historia sobre un encuentro en el campo de entrenamiento que tuvo con Cristiano Ronaldo en el Sporting de Lisboa a principios de la década de 2000.
Babb jugó 37 veces con el Sporting entre 2000 y 2002. El ex defensa de la República de Irlanda se unió al equipo portugués procedente del Liverpool en 2000 después de seis temporadas en Merseyside.
Babb, que ganó la liga y la copa con el Sporting, estaba en el club cuando Ronaldo era un talentoso juvenil al margen del primer equipo.
La historia de Phil Babb sobre la vez que «noqueó» a Ronaldo.
Según el ex defensa del Coventry City, que jugó 35 veces con Irlanda, una vez «noqueó» a Ronaldo en un partido de entrenamiento.
Babb tuvo la tarea de marcar a la futura superestrella y terminó golpeándolo con un «golpe en el antebrazo» para detenerlo en seco.
Ronaldo firmaría por el Manchester United en 2003. Su encuentro con Babb fue aparentemente su primera experiencia del duro trato que recibiría de los defensores en Inglaterra.
«En primer lugar, cuando entró al vestuario por primera vez estaba muy delgado, tenía una gran mata de cabello, un poco como Steve McManaman en ese entonces», dijo Babb en el programa de Sky Sports Fantasy Football Club en 2016.
“Entonces, estamos haciendo una sesión de entrenamiento, y está configurada como back four, es como ataque contra defensa. Entonces, todos los atacantes vienen hacia ti. Este niño pequeño corre hacia mí, y se acerca dos, tres veces y pasa a mi lado, lo mete en el contenedor superior.
“Y todos los muchachos están así, ‘Aw, Babbsy, te ha engañado’, en portugués, que no intentaré replicar.
“Entonces, la próxima vez que él venga hacia mí, pasa por un lado, pasa por el siguiente, pasa a mi lado. Le doy un corte en el antebrazo, justo de frente, ¡lo noqueo!
“Entonces, Ronaldo está en la cancha y yo digo, ‘Nunca. Nunca mais ‘o algo así -‘Nunca más’, o algo así.
“Y me está mirando y no sabe lo que ha pasado. El campo de entrenamiento se ha vuelto silencioso. Y yo solo digo, ‘No’.
“Creo que he tenido una gran influencia en su carrera, desde ese momento. No hace falta decir que pasó por el otro lado (durante el juego de entrenamiento)».
