El gobierno costarricense lanzó un plan de descarbonización para el período 2020-2050 que podría costar un total de 13,1bn de colones (US $ 21.400mn).
“Estamos brindando una visión de Costa Rica en 2050, una Costa Rica con una economía descentralizada, digitalizada y descarbonizada, con igualdad de oportunidades para todas las personas en todas las regiones, en la que todos y cada uno son parte del progreso del país”, dijo el presidente Carlos Alvarado.
El núcleo del plan es concentrarse en 11 polos de desarrollo regional, incluida la gran área metropolitana de San José (GAM), con el objetivo de fomentar el desarrollo fuera de la capital. En estos polos se llevarán a cabo intervenciones clave para impulsar la economía y generar desarrollo.
Estos centros estarán conectados a través de seis corredores de desarrollo que facilitarán los flujos de bienes y personas.
La Estrategia Territorial Productiva se elaboró con el apoyo internacional de la Unión Europea, el BID, el PNUD y el gobierno alemán.
El Ministerio de Planificación Mideplan ha identificado cinco grupos clave de actividades en las que centrarse: producción, turismo, manufactura ligera, manufactura avanzada y servicios modernos. Estos se han desglosado en 13 subgrupos y 48 actividades productivas que han sido priorizadas por su potencial para desarrollar actividades económicas alternativas sofisticadas, innovadoras y diversificadas.
“La hiperconcentración de la actividad económica en el GAM ha hecho que persistan brechas estructurales en el resto del país en áreas como desempleo, pobreza, innovación tecnológica y educación”, Olegario Sáenz, director del área de análisis de desarrollo de Mideplan. dijo en un comunicado.
La estrategia propone 50 acciones clave a realizar de aquí al 2050, divididas en cinco áreas de trabajo: infraestructura y conectividad, capital humano, inclusión social, economía 3D y descarbonización. Estas acciones también se desglosan en 175 intervenciones de política pública.
Según el gobierno, la estrategia buscará descarbonizar el transporte, promover la construcción y la energía sostenibles y capitalizar las alianzas entre los sectores público y privado. Esto incluirá proyectos para la fabricación de automóviles y autobuses eléctricos, así como la promoción de la agricultura sostenible.
LOS CENTROS DE DESARROLLO
La región de Brunca recibirá las mayores inversiones estimadas, con US $ 3.180mn que se concentrarán en energías renovables y regenerativas.
Se reserva un total de US $ 528mn para 17 proyectos en Cartago. Aquí, los planes de infraestructura incluyen mejoras a 200km de carreteras y 28 puentes, un eje entre las costas del Pacífico y el Atlántico, y mejoras al suministro de electricidad en El Tejar y el este y oeste del país.
La región de Chorotega se prevé como un centro logístico y se invertirán US $ 190mn en desarrollo, principalmente para mejorar la penetración de banda ancha y para obras en 118km de carreteras y siete puentes.
Para el centro de desarrollo de Liberia, la mayor inversión se realizará en aduanas y la capacidad de procesamiento y exportación del aeropuerto Daniel Oduber Quirós.
En la península de Osa, un total de US $ 341mn está destinado a mejoras de TIC, incluidas mejoras de banda ancha, así como mejoras a 164km de carreteras y siete puentes. El objetivo es mejorar los vínculos entre Golfito, Puerto Jiménez, San Vito y Paso Canoas, para atraer turismo y mejorar la agricultura nativa.
El hub portuario del Caribe (Limón-Cahuita) recibirá inversiones de US $ 496mn hacia el 2050. Se incluye en este el hub agrícola de Guápiles, que aprovechará el corredor del tren de carga eléctrica de Limón (TELCA).
«Esta estrategia plantea desafíos para todas las regiones del país, busca ser una hoja de ruta en la que se puedan basar todos los futuros planes nacionales de desarrollo, desde ahora hasta el 2050», dijo la ministra de Planificación Nacional, Pilar Garrido Gonzalo, citada por el diario local Diario Extra.
Dados los problemas fiscales actuales de Costa Rica que obligaron al gobierno a buscar un préstamo de US $ 1.800mn del FMI, queda por ver si el proyecto de descarbonización encuentra resistencia política. En 2015, el país se comprometió a ser carbono neutral para 2021, pero siempre ha mantenido que estos proyectos dependen de la asistencia financiera internacional.
