El mandatario señaló que la salud y la vida de los costarricenses sopesaron a la hora de tomar decisiones: «no es de recibo que este Gobierno sea considerado débil o blando», sentenció
El presidente de la República Carlos Alvarado salió al paso de las críticas suscitadas a raíz del acuerdo tomado entre la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y los sindicatos que puso fin a una semana de huelga en el sector salud.
El mandatario respaldó los términos del acuerdo al señalar que la salud y la vida de los costarricenses es lo que se sopesó a la hora de tomar decisiones.
“Este es un gobierno para mayorías y no para minorías, tutelo por el bienestar de la mayoría… Actuamos prontamente con las herramientas que tenemos a disposición”, destacó Alvarado en conferencia de prensa.
El Presidente insiste que los pacientes fueron los más perjudicados en la semana de paro de labores, donde hubo afectación en más de 121.000 procedimientos programados a nivel nacional.
“¿Qué pasa con la gente? ¿Con aquellas personas que no pueden acudir a servicios de medicina privada? No es de recibo que este Gobierno sea considerado débil o blando ¿Quién ha hecho esto para ordenar la casa y las finanzas públicas?”, señaló.
Además, descartó categóricamente que el Gobierno cediera de más en esta negociación con los sindicatos y recalca que solo uno de los puntos fue necesario elevar hasta los tribunales para dirimir un conflicto establecido entre un acuerdo y posterior reglamentación a la Ley #9635.
“No se cedió en la aplicación de nuevos pluses y nuevos beneficios como se hizo en el pasado hasta llegar a este punto. Solo acordamos que el tema de nuevas anualidades y beneficios vaya a un Tribunal de la República para que sea éste el que le dé la razón o no al Gobierno”, sentenció.
Alvarado dijo estar conforme con el trabajo de Román Macaya en la Presidencia Ejecutiva de la CCSS y descartó que su cargo se encuentre en análisis. Por otra parte, comprende la posición de la Ministra de Hacienda, María del Rocío Aguilar, funcionaria que se muestra en contra del acuerdo firmado.
“La tarea de Rocío es tutelar las finanzas públicas y entiendo que no esté de acuerdo, pero en esta situación particular había otros factores en juego y mi trabajo es balancear las decisiones en favor de las mayorías. El Gobierno no está cediendo en lo sustantivo de la reforma”, concluyó.
