Presidente del Conare: presupuesto para universidades es suficiente, pero requiere ajustes

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Este 6 de enero, las universidades públicas retomaron sus labores. Pero deberán hacerlo con el mismo presupuesto del 2019, por incumplir la regla fiscal, generando que la Contraloría General de la República archivara el plan de gastos planteado por las casas de enseñanza.

El Observador conversó con el rector del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y nuevo presidente del Consejo Nacional de Rectores (Conare), Luis Paulino Méndez, sobre la operación de las instituciones este 2020 y su agenda, tras un 2019 muy conflictivo en las relaciones de las universidades con el Gobierno.

«Viene un trabajo muy minucioso de decir ‘esto que se hizo en el 2019 ya no se va a hacer en el 2020, ya está hecho’. Hay que hacer los cambios necesarios. Si había alguna fuente de financiamiento que era sólo para el 2019, extra, ya esa no va a estar en el 2020 y en eso vamos a empezar a trabajar ahorita el 6 de enero», dijo Méndez.

Méndez es el 49° presidente de Conare y el décimo cuarto rector del TEC que ocupa ese cargo. Esta es la casa de enseñanza que más presidencias ha asumido en el Conare.

Sí alcanza para la operación del 2020

Luis Paulino Méndez es el presidente del Conare y rector del Instituto Tecnológico. (TEC)

El presupuesto de las universidades no es únicamente el Fondo Especial de Educación Superior (FEES), que traslada el Poder Ejecutivo. Existen leyes especiales, superávits, préstamos bancarios manejados por las entidades educativas y otros recursos extraordinarios.

Pero deberán enfrentar el 2020 sin crecimiento. Las autoridades universitarias no presentaron la información que solicitó la Secretaría Técnica de la Autoridad Presupuestaria (STAP), siguiendo la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. Por eso el ente contralor ni dio trámite los presupuestos del Conare y las universidades de Costa Rica (UCR), Nacional (UNA), Estatal a Distancia (UNED), Técnica Nacional (UTN) y TEC.

Ahora los rectores deberán revisar línea por línea los fondos del 2019 y ajustar su plan anual operativo. Además tendrán que incluir las partidas adicionales que no estaban el año anterior.

«Los recursos adicionales que están en el 2020 se tienen que incorporar vía presupuestos de extraordinarios y eso es un trabajo que nos lo ganamos, podríamos decir, como parte del tema de defender la conciencia política, porque efectivamente en la Constitución está claro que los presupuestos de las universidades no tienen que ir a la autoridad presupuestaria a ninguna revisión», justificó el Rector.

Negociación para el 2021 es incierta

En su proceso de reclamos y manifestaciones, en octubre los rectores se reunieron con el presidente Carlos Alvarado. (Presidencia)

Ahora, lo que les preocupa a los rectores es la negociación del presupuesto del 2021. Las casas de enseñanza están a la espera de la resolución del Tribunal Contencioso Administrativo y la acción de inconstitucionalidad contra la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.

«Con este panorama que tenemos, con algunas acciones del lado de la Contraloría, con la falta de pronunciamiento de la Sala y la falta de resolución del Contencioso Administrativo, nos dejan un panorama más incierto para negociar el 2021. Pero ya veremos», expresó el Presidente de Conare.

Las universidades aspiran a lograr que las negociaciones del FEES sean quinquenales. De esta forma, podrán planificar mejor sus inversiones y proyectos. Pero no se ha logrado hacer.

Eso sí, el Conare acepta que el Ministerio de Hacienda no les puede aceptar un crecimiento anual de 5% para organizarse. Pero las universidades tampoco admitirán un crecimiento de cero, según Luis Paulino Méndez.

Revisar la duplicidad de oferta académica

Como parte de su agenda en la presidencia de Conare, Méndez quiere posicionar una visión de las cinco universidades estatales como un sistema, para «sacarle provecho a las fortalezas de las universidades, que son complementarias y darle mucho más a la sociedad».

Además revisará si existe una duplicidad de oferta académica, ante la empleabilidad de ciertas carreras, es decir las posibilidades de encontrar empleo de ciertas carreras.

«Podemos revisar en qué área hay debilidades y decir ‘esta área duplicada la podríamos, de alguna manera, suprimir en una universidad y que la asuma una sola’», adelantó. De esta manera, aumentarán la oferta en las carreras que tienen mucha demanda en el mercado.

«Esa es una agenda dura de trabajar porque significa, de alguna manera, integrar las acciones en beneficio de la sociedad y significa a la de menos decirle a una universidad ‘esa carrera que usted da, y que la damos cuatro, la va a dar solo una y va a asumir esa responsabilidad’», manifestó Luis Paulino Méndez.

Regionalización

Durante el 2019 se dieron diversas protestas en contra de cambios al presupuesto de las universidades públicas. (El Observador)

Desde hace algunos años, Conare intenta extender el impacto de las universidades públicas fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM).

«La propuesta también es ir como sistema y llevar una oferta complementaria a las regiones de manera que no sea sólo dar carreras, sino llevar investigación, extensión, acción social a las diferentes regiones», expresó Méndez.

Así, esperan disminuir la desigualdad en el acceso a la educación superior entre las regiones rurales y la GAM.

El 2019 fue un año turbulento para las universidades públicas. Hubo tomas de edificios y cierre de sedes por parte de los estudiantes y manifestaciones en contra del redireccionamiento de ¢70.000 millones del FEES, que hizo Hacienda, por medio de una transferencia de capital incluida en el proyecto del Presupuesto 2020. Además hubo fuertes cuestionamientos a los rectores Henning Jensen (UCR) y Alberto Salom (UNA).

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