Los presos entrenan animales para meter teléfonos celulares y drogas en la cárcel.
Con el caso más reciente este viernes en La Reforma se contabilizan tres gatos y una paloma en los últimos años. Un gato tenía adheridos dos teléfonos celulares, tres chips y un cargador.
Atraparlo no fue nada fácil. La Policía Penitenciaria informó que el felino los hizo correr durante cinco horas, pues se atrincheró en una estructura de 100 metros de largo.
Pero este no es un hecho aislado. El 11 de agosto del 2015, una paloma mensajera intentó meter también a La Reforma 14 gramos de marihuana y 14 gramos de cocaína.
El año pasado otros gatos fueron sorprendidos con drogas, teléfonos y accesorios para los móviles en La Reforma.
El 22 de marzo del 2018 un animal llevaba a La Reforma dos teléfonos y dos baterías. El 17 de abril, se detectó otro gato con un celular, una batería, un cargador y unos audífonos.
Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitenciaria, explica que los reclusos hacen pasar hambre a los gatos, para que ellos a la espera de alimento realicen las movidas.
Las autoridades creen que una solución a la problemática es la ley ya aprobada para el bloqueo de la señal celular en los centros penales.
Pero esto sería una realidad hasta el segundo trimestre del 2020, dados los procesos técnicos que se deben llevar a cabo.
Durante este año, las autoridades decomisaron 5.000 teléfonos en prisiones del país.
Un reciente video que circuló en redes sociales mostró cómo los reos llevan a cabo estafas telefónicas.
