El verano avanza y el objetivo del Real Madrid es el mismo, no ha cambiado lo más mínimo en los últimos meses. En la agenda del club solo figura un nombre y ese es el de Kylian Mbappé. Todos los movimientos empiezan y terminan en el jugador francés. El madridismo se pregunta sobre el cómo está la situación y si hay posibilidad real o no de que el delantero pueda aparecer antes del inicio del próximo curso o el 2 de septiembre como tope, día del cierre de los mercados tanto francés como español.
El rival en la pelea para el Real Madrid no es sencillo. La propiedad del PSG se está moviendo. Ya han comprobado que convencer al francés se acerca a lo imposible y por eso mismo tantean alternativas como las de Leo Messi y Cristiano Ronaldo, complicadas, pero no descartadas por ahora.
En última circunstancia y una vez comprobado que no hay nada en el mercado que pueda convertirse en el nuevo símbolo del PSG, algo que ya es Mbappé, la opción que manejan es la de ofrecer al ex del Mónaco un contrato fuera de mercado, lejos de las posibilidades del Real Madrid o de cualquier otro club que no pretenda romper su economía como ha hecho el Barcelona con Messi. No es más que bañar en dinero al francés para que cambie de opinión.
Mbappé ha reiterado al club, empezando por los dirigentes y siguiendo por el entrenador y compañeros que su idea es la de no renovar. Lo tiene claro y decidido. La relación con Pochettino es excelente y el entrenador es el primero en querer que la decisión del delantero cambie, pero de momento nada indica que pueda existir una solución favorable al club francés. Lo sabe el técnico, el director deportivo (Leonardo), el presidente (Al Khelaifi) y el Emir de Qatar que es el que importa.
Miedo a perderle
El PSG lleva semanas agitando el mercado. En París saben que la posibilidad de verse ‘obligados’ a asistir al adiós de Mbappé es real, está ahí. Son conscientes de lo complicado que puede ser tener a un jugador referencial como el galo con el contrato en la cuenta atrás.
El PSG también tiene la amenaza sobre sus cuentas de tener que vender jugadores. Así se lo han comunicado a la plantilla. El club francés sigue fichando, aumentando el coste de la nómina de los sueldos y están obligados a vender para maquillar cuentas. La primera venta ha sido esta semana: Bakker al Leverkusen con opción de compra.
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El primer objetivo ha sido Messi. Los contactos han existido y ahora están a la espera de la resolución del conflicto que el Barcelona mantiene con LaLiga para pasar al ataque. Cristiano Ronaldo fue ofrecido ante la incómoda situación en la que se ha encontrado CR7 en los últimos meses. Su nombre ha estado en las oficinas del club parisino, pero como sucede con Messi, de momento están a la espera del regreso de Mbappé para actuar y plantear todas los escenarios.
El campeón del mundo quiere ser la referencia del equipo en el que vaya a jugar. Por el Parque de los Príncipes lo saben, pero tampoco escapan a que la presencia de Neymar dificulta ver cumplida la ambición del francés. Pretenden ponerle a la altura del brasileño, pero saben que ahora mismo eso no bastaría. No por ello van a desistir en el club y por eso mismo tienen previsto cubrir de millones a Mbappé. El único objetivo es lograr un sí que ahora mismo es un no. El fútbol no todo siempre es dinero.
Fuente: Marca
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