Al bebé se lo llevó una mujer que vestía de blanco y que parecía ser enfermera. Ocurrió el 26 de abril de ese año, en un hospital de Chicago, Estados Unidos.
Esa mujer les dijo a los padres del menor, identificados como Chester y Dora Fronczak, que iría a ver al doctor con el recién nacido, pero nunca regresó, por lo que la pareja denunció el rapto, informó WGN-TV.
El FBI, con ayuda de la policía local, comenzó una intensa investigación para dar con el paradero del bebé, indicó el medio y añadió que dos años después las autoridades encontraron a un menor abandonado en Nueva Jersey.
De acuerdo con WGN-TV, la policía pensó que ese pequeño tenía las orejas muy similares a las de Paul, el bebé perdido en Chicago; además, tan pronto lo vio, Dora Fronczak lo identificó como su promogénito, así que ella y su esposo lo criaron pensando que ese niño era el de ellos.
El mismo portal reportó que, en esa época, Chester y Dora no se hicieron pruebas de ADN para comprobar que eran los padres del niño encontrado. Según el New York Post, después de varias “décadas”, la pareja se hizo uno de estos análisis y se enteró de la verdad.
El diario estadounidense informó que, a raíz de lo ocurrido, el FBI reabrió el caso del bebé raptado y recientemente lo encontró viviendo en zona rural de Míchigan.
El hombre, que no fue identificado por su nombre, aseguró que aún tiene que “atar cabos sueltos” sobre su rapto y prefirió no contestar si planeaba conocer a su mamá biológica (Su papá, Chester, ya murió), concluyó el medio.