Según la “Proclama presidencial sobre la suspensión de la entrada de inmigrantes que representarán una carga económica para el sistema de salud de los Estados Unidos”, firmada a inicios de octubre por el presidente Donald Trump, el objetivo de la restricción es que ni los proveedores de salud, ni los contribuyentes incurran en gastos sustanciales por la atención médica de las personas que carecen de seguro de salud o de capacidad para pagar una factura médica.
Así las cosas, a la hora de realizar los trámites correspondientes para una visa de residencia se deberá contar con un seguro de salud avalado por las autoridades estadounidenses, como por ejemplo uno sufragado por un empleador, o cualquier otro plan de salud que cubra adecuadamente la atención médica, según determinó el secretario de Salud de los Estados Unidos.
En caso de no contar con dicho plan médico las personas interesadas en esa visa deberán demostrar que tienen los recursos necesarios para asumir los gastos en caso de requerir un servicio de salud.
“La entrada en los Estados Unidos como inmigrantes de los extranjeros que representarán una carga financiera para el sistema de salud de los Estados Unidos queda suspendida y limitada (…) Un extranjero representará una carga económica para el sistema de salud de los Estados Unidos, a menos que esté cubierto por un seguro de salud aprobado (…), dentro de los 30 días de la entrada del extranjero en los Estados Unidos, o que posea los recursos financieros necesarios para sufragar gastos médicos razonablemente previsibles”, señala el documento, que puede consultarse en whitehouse.gov.
Se debe aclarar que la restricción no se aplica a personas que requieran sacar visa de turistas, pues es exclusivamente para aquellos que busquen una residencia, debido a alguna oferta laboral, entre otras.
GASTOS
Otro dato a destacar de la orden de Trump es que la restricción se basa en que la atención a inmigrantes sin seguro ni recursos ha crecido en los últimos años.
“Los hospitales y otros proveedores a menudo atienden a personas sin seguro, sin ninguna esperanza de que se los reembolsen. Los costos asociados con este tipo de atención recaen en el pueblo estadounidense en forma de mayores impuestos, primas más altas y mayores tasas por los servicios médicos”, añade el documento.
Continúa: “En total, los costos de atención no compensados -el monto general de los servicios no reembolsados que los hospitales prestan a sus pacientes- han superado los $35.000 millones en cada uno de los últimos 10 años. Estos costos ascienden, en promedio, a aproximadamente $7 millones por cada hospital de los Estados Unidos y pueden conducir a los hospitales a la insolvencia.
Además de los gastos no compensados de la atención sanitaria, las personas no aseguradas sobrecargan los presupuestos de los gobiernos federales y estatales debido a su dependencia de los programas financiados con fondos públicos, cuya financiación, en última instancia, corre a cargo de los contribuyentes”.
¿QUÉ ESTABLECE LA PROCLAMA?
1- Restricción solo afectará a los solicitantes de visa de inmigración y no de turismo.
2- Rige a partir de este domingo 3 de noviembre de 2019.
3- Los solicitantes de visa de migrantes deberán demostrar que tienen capacidad económica para cubrir gastos médicos o seguro aprobado.
4- La orden de Trump reside en que los extranjeros no pueden representar una carga para los sistemas de salud ni para los contribuyentes estadounidenses.
5- Quedan eximidos de la restricción los inmigrantes que tenían residencia antes de la proclama o los hijos de estadounidenses.
6- La proclama presidencial se puede consultar en el sitio web whitehouse.gov