La gira inaugural del jefe de la diplomacia de Donald Trump, Marco Rubio, por Centroamérica hizo escala este martes en Costa Rica con un mensaje de apoyo al Gobierno de Rodrigo Chávez para enfrentar la oleada criminal asociada al narcotráfico, pero también para avanzar en la batalla contra China al limitar la operación de empresas chinas en el desarrollo de tecnologías 5G en territorio costarricense.
Tras la visita a Panamá centrada en el control de las operaciones del canal interoceánico y a El Salvador, donde el Gobierno de Nayib Bukele ofreció sus cárceles para recibir reos desde Estados Unidos, el secretario de Estado calificó a Costa Rica como un viejo aliado de su país y como una nación “ejemplar” por el modo de vida de sus habitantes, lo que lo convierte en un receptor de migrantes más que un emisor. Mencionó la presencia de decenas de miles de nicaragüenses que han venido a suelo costarricense tras este quinquenio de avance de la dictadura de Daniel Ortega, al que calificó como “enemigo de la humanidad” junto a los gobiernos de Cuba y Venezuela.
Rubio, sin embargo, reconoció el grave problema que enfrenta Costa Rica por la violencia criminal asociada al narcotráfico, que provocó un récord de homicidios en 2023 y sólo una leve bajada en 2024, con alta presión sobre las fuerzas policiales de este país carente de Ejército. El exsenador y su anfitrión empezaron su declaración ante la prensa expresando el pésame a la familia de un jefe del policía judicial asesinado esta semana por un sicario al servicio de un grupo narcotraficante en el municipio caribeño Guápiles. Por ello, ofreció la participación de agentes estadounidenses en las investigaciones costarricenses contra redes internacionales “narcoterroristas” que utilizan este país por su geografía favorable para el trasiego desde Sudamérica hasta el hemisferio norte.
“Vamos a ver cómo podemos involucrar a la DEA (Agencia para el Control de Drogas) y el FBI (Oficina Federal de Investigaciones) para trabajar bajo sus equipos de seguridad aquí. Hacer investigaciones, obviamente, relacionadas con cosas como la droga que tiene destino Estados Unidos y otro lugar, y creo que es un arma más que se puede utilizar sobre la base que ya existe de cooperación sobre este tema”, dijo Rubio, sin entrar en el fuerte pulso que mantiene Rodrigo Chaves con los diputados y el Poder Judicial, a los que achaca la responsabilidad sobre el deterioro de la seguridad durante este Gobierno.
El secretario de Estado no hizo mención a algunos proyectos relevantes impulsados por el Gobierno de Joe Biden con Costa Rica, como el que pretendía acelerar el desarrollo de la industria de los microprocesadores y el impulso a un mecanismo de diálogo regional bajo la figura de la Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD), un grupo integrado por Costa Rica, Panamá, Ecuador y República Dominicana con el apoyo estadounidense. Sin embargo, Rubio sí elevó el tono de la posición de Washington de respaldo a políticas costarricenses que restringen la participación de empresas chinas en las operaciones ligadas a la tecnología 5G, de incipiente desarrollo en Costa Rica, una limitación que la embajada china en San José ha señalado como una maniobra injerencista de motivaciones geopolíticas.
Rubio reiteró así en San José el afán de Trump de endurecer las posiciones contra la presencia china en países de la región, como ha hecho en lo relacionado a las operaciones del Canal de Panamá como punto neurálgico en el juego geopolítico. El secretario de Estado salió por la tarde hacia Guatemala para culminar el recorrido centroamericano al cumplirse apenas la segunda semana del regreso de Trump a la Casa Blanca con consignas expansionistas en el continente y políticas de endurecimiento contra la migración.
Información de: elpais.com