La siesta ha sido un tema investigado por científicos por años y varios han señalado que este acto aumenta el tamaño del cerebro.
Además, se destaca que tomar siestas cortas regularmente puede causar un menor riesgo de demencia y otras enfermedades cerebrales.
La siesta: Un hábito que aumenta el tamaño del cerebro
Según algunos estudios, dormir siestas puede aumentar el tamaño del cerebro. Esto se relaciona con una serie de beneficios para la salud cerebral.
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Uno de estas investigaciones fue realizada por la University College de Londres (Reino Unido) y de la Universidad de la República de Uruguay. En este se indicó que los individuos predispuestos genéticamente a dormir siestas de manera regular tenían un mayor volumen total del cerebro, un claro indicador de una mejor salud cognitiva.
Una conclusión avalada por la ciencia
Como aclaran estos investigadores en la revista científica Sleep Health existía cierta evidencia que señalaba que, en adultos de edad más avanzada, las siestas frecuentes se relacionaban con un mejor estado cognitivo.
Para terminar de clarificar esta asociación, decidieron estudiar muestras de ADN, resonancias magnéticas y resultados cognitivos de 378,932 mediante una técnica de análisis llamada aleatorización mendeliana.
Así, compararon aquellos que tenían más probabilidad genética de dormir siestas habituales con aquellos que no la tenían en parámetros tales como el volumen cerebral toral, el volumen hipocampal, el tiempo de reacción o la memoria visual.
¿Cuáles fueron los resultados de la investigación?
Este método arrojó que la diferencia media en volumen cerebral entre individuos genéticamente programados para dormir siestas de manera frecuente era de en torno a 15,8 centímetros cúbicos, equivalente a la que se produce entre los 2,6 y 6,5 años de envejecimiento.
Aunque es importante destacar que no se registraron diferencias notables en ninguno de los otros tres parámetros (volumen hipocampal, tiempo de reacción y procesamiento visual) entre los dos grupos de estudio.
Beneficios de las siestas
- Reducción de la deuda de sueño
- Mejora de la cognición y el rendimiento
- Relajación
- Reducción de la fatiga
- Aumento de la alerta
- Mejora del estado de ánimo
- Mayor rendimiento, incluyendo tiempo de reacción más rápido
- Aumento del volumen del cerebro
- Menor riesgo de demencia y otras enfermedades cerebrales
- Reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y un menor riesgo de muerte por enfermedades cardíacas.
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