Los transportistas aseguran que la difícil situación económica que atraviesan a partir de la entrada de aplicaciones de transporte privado les hace imposible asumir esa obligación
La Asociación Nacional de Taxistas solicitó este martes al Gobierno que se les exonere del pago del marchamo 2020.
Los transportistas defienden su posición a raíz de la difícil situación económica que viven en los últimos años tras el ingreso al país de aplicaciones de transporte privado de personas, como por ejemplo Uber.
“La situación socioeconómica que actualmente están viviendo los compañeros taxistas, sean éstos concesionarios o choferes en general de taxis, es simplemente caótica, provocando, inclusive: divorcios, suicidios, indigencias y hasta criminalidad, y pobreza en general”, indica la misiva dirigida al Consejo de Gobierno y tramitada por la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP).
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Los taxistas aseguran que les ha sido imposible el ahorro para el pago del derecho de circulación y que esto es culpa del Gobierno por seguir permitiendo la operación de estas plataformas que siguen operando bajo la ilegalidad.
Justifican además que desde el 2011 compiten de manera desigual frente a porteadores y que en 2015 a esta lucha se sumó Uber.
Además, aseguran que desde 2009 la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) no actualiza los datos que alimentan la tarifa ordinaria de taxis en todas sus modalidades, lo que los obliga a cobrar montos mal calculados.
“Hemos tenido cuatro años difíciles con la llegada de Uber y tras de eso en este tiempo han seguido ingresando otras plataformas. Los ingresos de los taxistas se han venido recudiendo en un 80%, por eso no tienen capacidad de ahorro”, afirmó Wálter Alemán, presidente de la Asociación Nacional de Taxistas.
Los diputados de la Comisión de Asuntos Económicos coinciden en que el texto presentado se aprobó bajo presión, pero defienden la urgencia que existía por definir una base de discusión
En el caso de que el Gobierno no acceda a esa exoneración, los taxistas proponen que se autorice una línea de crédito en cualquier banco estatal exclusiva para los concesionarios de taxistas, sin requisitos ni intereses y que permita recibir el dinero necesario para pagar esa obligación en un plazo a seis meses.
“El taxista siempre tiene la voluntad de cumplir, el que no cumple es el Gobierno. La inacción del Gobierno nos ha ocasionado un problema muy serio, no es que el taxista quiera aprovecharse de esta circunstancia, hemos cumplido con todo, pero estamos muy débiles económicamente. En muchos hogares o se paga el marchamo o hay cena de Navidad”, finalizó Alemán.