Los residentes de Puerto Rico apuraban los preparativos el miércoles ante la inminente llegada de la tormenta tropical Dorian, que sufrirá el golpe directo del primer ciclón desde que el monstruoso huracán María destruyó este territorio estadounidense en el Caribe hace dos años.
Meteorólogos estadounidenses calculan que Dorian tocará tierra en el poblado este de Puerto Rico en la tarde del miércoles, cuando se acerque a tener intensidad de huracán (119 Km/hora), relató AFP.
El último boletín coloca a Dorian en una ruta directa hacia Florida o Georgia, en el sureste de Estados Unidos, adonde llegará este fin de semana sin obstáculos que puedan debilitarla.
El presidente Donald Trump declaró estado de emergencia en Puerto Rico, que es un territorio estadounidense, autorizando dar ayuda federal a las autoridades locales. Sin embargo, lo hizo protestando a través de Twitter por la respuesta de los puertorriqueños a las medidas que se tomaron frente a María.
«Estamos monitorizando de cerca la tormenta tropical Dorian cuando se dirige, como es usual, a Puerto Rico. (La agencia federal de emergencias) FEMA y otros están listos y harán un gran trabajo», tuiteó.
«Cuando lo hagan, denles las gracias. No como la última vez. ¡Esto incluye a la incompetente alcaldesa de San Juan!», escribió, atacando a Carmen Yulín Cruz, quien hace dos años acusaba a Trump de negligencia y lo responsabilizaba por los muertos de María.
En septiembre de 2017, el huracán María atravesó la isla de punta a punta dejando una estela de destrucción de la que Puerto Rico aún no se ha recuperado.
Según un estudio adoptado como válido por el gobierno, casi 3.000 personas murieron a consecuencia del desastre. Dorian es mucho menos poderosa que María, pero pondrá a prueba la capacidad de respuesta de la isla después del desastre que lo dejó sin electricidad por meses.
«Eso viene por casa otra vez»
Hasta la noche del martes, se esperaba que Dorian pasara por el suroeste de Puerto Rico, pero los pronósticos mostraron el miércoles un súbito cambio de trayectoria.
Miguel Menéndez, un residente de Fajardo (una de las municipalidades del noreste que más sufrió el azote de María), comentó a la AFP que esta zona es el «comité de recibimiento» de los huracanes.
«Me acosté más o menos tranquilo», dijo a la AFP este jubilado de 63 años. «Pero me levantó a las 7 de la mañana mi hermana para informarme: ‘mira, esto cambió, eso viene por casa otra vez'».
Tuvo que hacer media hora de cola para llenar su tanque de gasolina. Los pobladores compraban agua y provisiones, aunque en relativa tranquilidad porque el impacto de Dorian será menor. De todos modos, las autoridades se apuran a proteger a la población y establecer refugios en el noreste, en espera de marejadas y crecidas.
«Este sistema no se esperaba que azotara Vieques y Culebra», dijo Carlos Acevedo Caballero, director de la agencia local de manejo de emergencias (NMEAD), en conferencia de prensa. Estas son dos pequeñas islas turísticas al este de la isla grande.
Esta zona sufrió la peor parte del golpe directo de María hace dos años y aún está lejos de recuperarse. Según Acevedo Caballero los desalojos ya comenzaron en el este, «comenzando por las familias con techos azules», que es como se conoce las casas techadas con los toldos de tela que entregó FEMA después de María.
En total, Puerto Rico aún tiene 30.000 de estas casas.
«Sabemos que hay muchos ciudadanos que se están levantando ahora en el este de puerto rico con un cuadro totalmente diferente», comentó. El alcalde de Vieques, Víctor Emeric, dijo a la radio local que esto les ha tomado por sorpresa.
«Estábamos tranquilos porque no teníamos aviso ni vigilancia de tormenta», comentó. La agencia de emergencias FEMA tiene a 3.000 agentes federales «listos para responder».
La nueva gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, declaró el martes estado de emergencia y dijo que la isla está mejor preparada esta vez.
«Ante una situación que se avecina la respuesta del gobierno y de las diferentes agencias, va a ser diferente porque sí está preparado», aseguró.
El anterior gobernador, Ricardo Rosselló, debió renunciar el mes pasado en parte por las críticas a su gestión de la emergencia de María.
