Un total de ¢9.368 millones esperan a los participantes de las elecciones municipales para ser repartidos como deuda política según el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Se trata de un monto mínimo comparado con los recursos habilitados para procesos nacionales -en el 2018 ascendieron a ¢25.000 millones- que, sin embargo, enfrenta un proceso más complejo para su repartición.
Las del 2020 serán las segundas elecciones locales en las cuales el Estado facilitará este financiamiento, al que podrían aspirar más de 37.000 candidatos.
Inyección a la campaña
Aunque el presupuesto es mucho más pequeño, los detalles hacen del financiamiento para las campañas municipales un universo completo.
Según el presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado, en este rubro destacan particularidades como:
- No se dan adelantos, sino que se entrega posterior a la elección según los resultados
- Queda prohibida la emisión de bonos con expectativa de pago
- Pueden acceder a ella los partidos nacionales, provinciales y cantonales.
Los montos a repartir se definirán tras la elección, de manera proporcional entre las agrupaciones que obtegan como mínimo el 4% de los votos o un regidor.
“Los partidos deberán usar sus propios recursos para la inversión en gasto electoral y una vez pasada la elección presentar la liquidación al Tribunal y nosotros procederemos a reembolsar los gastos válidos que se logren demostrar”, concluyó Sobrado.
Muchos pretendientes
La lista de aspirantes a cargos de elección municipal -y de potenciales beneficiarios- no es menor.
Un total de 80 partidos completaron los requisitos de participación y con ellos llegaron 37.643 solicitudes de inscripción.
Hasta el momento casi 9.000 están aprobadas y 377 denegadas.
Será en noviembre cuando la lista final de candidatos sea publicada y se comiencen a imprimir las papeletas.
Partidos se preparan
Previo al inicio de la campaña, El Observador había consultado a los partidos nacionales por sus estrategias de financiamiento.
Mientras Liberación Nacional presupuestaba ¢2.200 millones para mantener sus 50 ayuntamientos, la Unidad Socialcristiana dispone de ¢1.100 millones para incrementar su presencia.
Acción Ciudadana, por su parte, habló de ¢400 millones y el Frente Amplio y Nueva República esperaban campañas austeras con donaciones.
En las elecciones del 2016 el monto repartido fue de ¢6.800 millones, dominado por el PLN, el PUSC, PAC y el Republicano, además del cantonal Alianza por San José.