Un adolescente confesó haber matado a su abuela después de asestarle 17 puñaladas, y dejar que se desangrara en el baño de su casa, según informa el Daily Mail. El suceso se produjo el 7 de enero de 2021 después de que, durante los meses anteriores, el joven consumiese una mezcla de diferentes drogas: cocaína, ketamina, MDMA, Xanax, y medicación para el TDAH y cáncer de mama.
El psiquiatra de la defensa admitió ante el jurado que, a pesar del consumo de estupefacientes. No creía que el estado mental del adolescente hubiese sufrido ningún trastorno o ‘psicosis producida por las drogas’ en el momento en el que cometió el crimen. Posteriormente acabó admitiendo que el consumo provocó en Addis un efecto perjudicial en su salud mental. Además, también había dejado de ir a la universidad y durante los últimos tiempos se había mostrado «deprimido, paranoico, abatido».
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Según informaron los familiares del joven, su propia abuela -propietaria de una gran fortuna- estaba buscando ayuda psicológica para el joven, pues tenía problemas para controlar su ira, y que a menudo solía golpear paredes, incluso a sí mismo. Durante una sesión de terapia con su psicólogo, el joven admitió que antes del incidente su abuela miraba a los cuchillos y luego le miraba a él. La hipótesis principal que se baraja hasta el momento es que este hecho pudo propiciar que el joven pensara que su abuela quería matarle, y por eso decidiera acabar con ella.
Con información de 20 minutos
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